Diferencias entre la ética y la moral

Ética y moral

Tendemos a pensar que ética y moral hacen referencia a la misma realidad. Pero lo cierto es que, aunque tienen muchas similitudes y siempre van de la mano, existen matices que las hacen ser conceptos diferentes. ¿Quieres saber en qué se diferencia la ética de la moral? ¿Estás utilizando correctamente estas palabras? Pues en las siguientes líneas de nuestro post te ayudamos a salir de dudas.

Ética y moral, la pareja bien avenida

Aunque más adelante entraremos más en detalle, la principal diferencia entre ética y moral es precisamente lo que una hace con la otra: mientras que la moral engloba al conjunto de valores, principios y normas que rigen el comportamiento individual, la ética es la disciplina que se encarga de analizar la base de la moral, o dicho de otra forma, de analizar de forma abstracta y teórica esos comportamientos.

De esta manera, la moral se sitúa en un plano práctico mientras que la ética se sitúa en un plano teórico de naturaleza tanto científica como filosófica.

Otra manera de entender la diferencia entre ambas es que la moral atañe a una forma de comportarse que nace del corazón mientras que la ética habla desde la razón y la reflexión filosófica aplicada a los comportamientos de las personas.

La moral

La moral está asociada a cada individuo. Todas las personas tenemos unos valores, una forma de pensar, unos principios… que rigen nuestro comportamiento y nos hacen interactuar en sociedad de una manera u otra.

La moral determina nuestras acciones diarias y marca nuestros límites. Por ejemplo, una persona sería incapaz de robar a otra en circunstancias normales porque su moral le impide realizar ese acto que no considera justo, legal o ético.

La moral podemos decir que es personal e intransferible en el sentido de que todos tenemos nuestros propios códigos de conducta que nos hacen ser como somos y comportarnos como nos comportamos en cada momento.

A nivel sociológico, el papel de la moral es fundamental ya que puede determinar la cultura y forma de vivir de una sociedad o un colectivo de personas. Algunas normas o principios se transmiten entre generaciones de un mismo grupo de personas que establecen, así, unos principios morales sobre los que crear su sociedad.

La ética

La ética ya no tiene que ver tanto con el individuo sino con su estudio. Es decir, la ética reflexiona sobre la moral de las personas, siendo la parte filosófica que podrá establecer conclusiones sobre el comportamiento que tiene una determinada sociedad. Podemos decir que es algo tanto anterior como posterior a la moral que conforma nuestros actos.

Analizar la postura que una persona toma ante ciertos conflictos de índole social o política se sitúa en el plano ético de esa persona mientras que su manera de actuar posterior, teniendo en cuenta lo que siente y cuáles son sus principios, entrará en el terreno de la moral.

Conclusiones

La pregunta sobre qué es la ética y qué es la moral ha preocupado a muchos pensadores y filósofos, y se han escrito ríos de tinta sobre lo que tienen en común y lo que la separa. Según Fernando Savater “la ética es el estudio filosófico y científico de la moral y es teórica mientras que la moral es práctica”.

Es decir, que la diferencia entre la ética y la moral es que la moral es algo práctico, la forma en la que actuamos, mientras que la ética es teórica, es el estudio de esa moral y del modo de comportarse.

Obviamente la ética reflexiva de una persona guarda una gran relación con su moral práctica, de ahí que sean conceptos que guardan una coherencia dentro de cada individuo. Es difícil pensar que alguien que de manera teórica-reflexiva tiene claro que no le gusta ver cómo maltratan animales acuda a una corrida de toros. En la vida, es evidente que las circunstancias nos pueden llevar a actuar de una manera que va en contra de nuestros propios principios en un momento dado, pero en condiciones normales seguimos una línea de comportamiento en el que ética y moral son conceptos que se alinean. Aunque también es cierto que, en ocasiones, la ética de una persona le hace ver lo que debe hacer aunque finalmente le dé igual y haga todo lo contrario, aún sabiendo que está mal.