La salud mental se está empezando a convertir en una prioridad para nuestra sociedad. ¿Demasiado tarde? ¿Es necesario? Opiniones puede haber para todos los gustos. Lo único cierto es que existe cada vez un mayor porcentaje de población que apuesta por pedir ayuda psicológica en ciertos momentos de su vida. Pero, ¿cuándo es preciso hacerlo? De eso es precisamente de lo que vamos a hablar a lo largo de este post. ¡Comenzamos!
Necesitar ayuda con un problema de índole psicológico no es extraño ni hay que tomárselo como algo inusual. Cada vez existe una mayor conciencia, pero también una mayor cantidad de profesionales y alternativas a nuestro alcance. Si no tienes claro por dónde empezar, por aquí te dejamos un artículo reciente en el que os hablamos de las cualidades de un psicólogo de confianza. Esperamos que os sea de utilidad.
Pedir ayuda psicológica es un paso importante para cuidar de tu salud mental y emocional. Aunque cada persona es diferente y puede tener diferentes umbrales para buscar ayuda, hay ciertos signos y situaciones que indican que puede ser beneficioso consultar con un profesional de la salud mental. Tras una experiencia cercana de depresión en Gijón, somos muy conscientes de lo importante que es no estar solo en estos momentos y tener la ayuda y el apoyo psicológico adecuado.
¿En qué momento pedir ayuda psicológica y ponernos en las manos de un experto?
Aquí tienes algunas circunstancias en las que deberías considerar buscar ayuda psicológica:
- Síntomas persistentes y disruptivos.
Si experimentas síntomas de ansiedad, depresión o cualquier otro problema emocional de manera persistente durante varias semanas o más, es un buen indicio de que podrías necesitar la intervención de un especialista. Se trata de situaciones en las que nuestro día a día y nuestra rutina se ven claramente afectadas.
Además, si tus problemas emocionales interfieren con tu capacidad para desarrollar correctamente tu trabajo, tu estudio o tu vida social, es importante buscar apoyo. En este grupo podríamos incluir tareas cotidianas, mantener relaciones, o disfrutar de actividades que solías disfrutar. - Cambios en el comportamiento y estado de ánimo.
Experimentar cambios bruscos en el estado de ánimo, como pasar de sentirte extremadamente feliz a profundamente triste sin una razón clara, puede ser una señal de un problema subyacente que requiere atención. Es una señal clara para poder pedir ayuda psicológica.
Del mismo modo, participar en conductas peligrosas o autodestructivas, como el abuso de sustancias, autolesiones o comportamientos arriesgados, es un signo claro de que necesitas apoyo o la intervención de un especialista. - Sentimientos de desesperanza o pensamientos suicidas.
¿Sientes o has sentido en algún momento sentimientos constantes de desesperanza, inutilidad o creer que nada mejorará? Son señales serias que no deben ser ignoradas.
Como también ocurre con el hecho de tener pensamientos sobre hacerse daño a uno mismo o sobre el suicidio. En estos casos, es crucial buscar ayuda inmediata de un profesional de la salud mental. - Estrés y ansiedad.
Sentirse constantemente abrumado por el estrés, especialmente si el estrés está afectando tu salud física, como causar insomnio, dolores de cabeza, problemas digestivos u otros síntomas físicos es también un motivo claro para pedir ayuda psicológica.
Algo parecido ocurre con el hecho de notar ansiedad extrema o desproporcionada en relación con las situaciones que enfrentas, como ataques de pánico, miedos irracionales o preocupaciones excesivas que no puedes controlar. - Duelos y pérdidas.
¿Te ha ocurrido alguna vez que estás lidiando con la pérdida de un ser querido y te resulta difícil avanzar? En estos casos, la terapia puede ofrecerte un espacio seguro para procesar tu dolor. - Bajo rendimiento.
Finalmente, si notas un descenso significativo en tu rendimiento académico o laboral y no puedes concentrarte ni cumplir con tus responsabilidades, es una señal clara de que podrías beneficiarte de ayuda profesional.
Como puedes ver, pedir ayuda psicológica es un acto de valentía y autocuidado. Si experimentas alguno de los signos mencionados, no dudes en consultar con un profesional de la salud mental. La terapia puede ofrecerte herramientas y estrategias para manejar tus emociones, mejorar tus relaciones y llevar una vida más equilibrada y satisfactoria.