Inculcar buenos hábitos alimenticios entre los más pequeños

alimentación saludable

Una de las principales preocupaciones de los padres y madres es que los niños coman bien, que reciban el aporte nutricional necesario para su crecimiento y correcto desarrollo. Por eso, es vital empezar a sentar las bases de una alimentación saludable, de una dieta equilibrada, ya desde los primeros años de vida. 

Las familias son las responsables de inculcar unos correctos hábitos alimenticios a los niños y niñas. Las familias y, como no, el entorno educativo. La meta es que, de cara al futuro, ya en la edad adulta, los pequeños tengan claro cómo elegir los alimentos que sean más saludables. Las preferencias alimentarias se adquieren muy pronto, en las etapas más tempranas de la educación. Por eso mismo, cuando sea posible hemos de ofrecer al pequeño el máximo abanico posible de alimentos. Posiblemente haya que darles a probar algo nuevo en varias ocasiones antes de que lo acaben por aceptar. 

Pautas para una alimentación saludable

La primera pauta puede llegar a parecer obvia, pero a veces se pasa por alto. Se trata de que, siempre que se pueda, se coma en familia para que los niños observen unos correctos hábitos nutricionales. Las comidas y cenas en grupo les animan a comer, a aprender, despiertan su curiosidad por los alimentos, sabores y texturas. Hablamos de que los hijos interioricen y aprendan acerca de la importancia de una alimentación saludable. Claro está, hay que predicar con el ejemplo y alimentarse de forma sana. 

Otra idea a tener presente es invitar a los niños a formar parte de la organización de los menús semanales. Podemos animar a los más pequeños de la casa a navegar por Internet o en los libros de recetas en busca de platos que les gustaría probar. Por ejemplo, que indaguen acerca de diferentes maneras de disfrutar de la verdura o las legumbres. ¿Quién dice que a los niños no les gustan? Hay muchas recetas para que no solo las coman, sino que incluso las pidan. Por ejemplo, una crema vegetal o unas deliciosas lentejas estofadas. 

La comida puede ser algo divertido

Si hacemos a los niños partícipes de la organización, les ofrecemos diferentes tipos de alimentos o les hablamos de la importancia de los productos de temporada todo será más fácil y llevadero. Formar parte de esto les ayudará a ser conscientes de la tremenda importancia de seleccionar los alimentos más saludables y de aportar por el consumo responsable. Dogmas que aplicarán después en su vida adulta e independiente. 

A los más pequeños podemos enseñarles a conservar los alimentos. Haciéndolo todo ameno, será más factible que prueben y coman distintos tipos de alimentos. Es innegable que para muchos niños la comida entra por los ojos. Por eso, un plato correctamente presentado y colorido se volverá más apetecible. Para ello, podemos combinar distintos alimentos y colores en cada receta.   

Otro consejo es respetar el apetito de los pequeños con técnicas como el BLW en las que ellos deciden cuánto y qué comer. Si un niño no tiene ganas no se le puede obligar a acabar el plato. No hay que perder de vista su edad al poner la comida. Es mejor que coman menos, pero que sea de manera equilibrada y saludable. Además, en el momento de la comida debe reinar el relax. Como no,  hay que olvidarse de tablets, móviles y de la tele. 

Por último, comer sano no significa que no pueda haber caprichos puntuales como un postre azucarado o una pizza. Lo esencial es sentar las bases de una dieta equilibrada y que los niños sean conscientes de la necesidad de que gran parte de su alimentación sea saludable.